Es tendencia, bien por salud o bien por moda, las bebidas alcohólicas sin alcohol. Desde el wiskhy light a la ginebra o la cerveza 0,0. También el vino sin alcohol está resurgiendo en los mercados. Según un estudio de Wine Intelligence, en el mundo se venden vinos con bajo contenido o sin alcohol por valor de 11.000 millones de dólares y va en alza.
Tanto es así que, ante esta tendencia, desde la Denominación de Origen Cariñena, Grandes Vinos ha lanzado tres referencias de vino sin alcohol: blanco, rosado y tinto. Se trata de tres referencias de “Monasterio de las Viñas” y Manuel García, director de márquetin de Grandes Vinos, explica que estos vinos siguen manteniendo la esencia de los vinos normales.
El vino rosado y tinto se elabora con Garnacha y el blanco con la variedad Macabeo. Para poder mantener el sabor y las condiciones del vino, García cuenta cómo se elaboran de forma tradicional, pero llegado un momento, se someten a un proceso de desalcoholización a través de tres procesos de destilación que se hace por separado, convirtiéndolo en uno solo de forma continua.