El Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe, ReTree, la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos y Ámbar han firmado un convenio por el que Ámbar va a plantar 2.000 árboles en la zona de La Serreta. Enrique Torguet, director de comunicación, relaciones institucionales y sostenibilidad de Ámbar, explica que es una zona de 9 hectáreas, a los pies de Peña Montañesa.
Una plantación que busca poner en valor la recuperación del patrimonio medio ambiental aragonés y también compensar la producción de CO2 con la elaboración de la cerveza. Este bosque Ámbar no es el único, Torguet nos cuenta cómo se crea otro en el vedado de Peñaflor.
Estos bosques forman parte de un proyecto que se llama Ebrovida, impulsado por Ámbar para proteger la biodiversidad y generar un impacto positivo en el propio Aragón. Un proyecto con diferentes patas entre los que no sólo entra el medio ambiente sino también la potenciación de la cultura.