La residencia que ACCEM gestiona en Burbáguena dispone de cincuenta plazas para atender a personas con vulnerabilidad extrema. En estos momentos se encuentran al completo, por lo que ante la posibilidad de que puedan empezar a llegar refugiados de forma masiva, "la intención es solicitar una ampliación para poder reforzar esta ayuda". Así lo ha indicado su responsable, Sonia Salcedo.
La familia ucraniana que ya han acogido llegó unos días antes de que estallara la guerra "porque ya intuían que iba a producirse el desastre". Aunque no hablan español, ya asisten diariamente a los talleres de inmersión lingüística y reciben apoyo psicológico para poder afrontar esta complicada situación, "ya que tienen un bebé de seis meses y llegaron aquí sin carrito, sin cuna y sin apenas ropa", ha añadido Salcedo.
En el centro conviven varias familias venezolanas, colombianas y también personas de otras nacionalidades. Su responsable ha concluido que "confluyen muchas culturas y estilos de vida, lo que demuestra que se puede convivir porque el respeto aflora por encima de todo".