Con 25.000 toneladas de peso, la estructura de la chimenea se ha desplomado hacia la carretera de Calanda, siguiendo el mismo procedimiento que cuando se tala un árbol. Para ello se han empleado 265 kilos de dinamita y se ha activado un importante operativo de seguridad en un perímetro controlado de 800 metros.
En la voladura ha estado presente el director general de Endesa en Aragón, Ignacio Montaner, quien apostaba por mirar hacia el futuro, "sobre todo en lo relacionado con el desarrollo del Nudo Mudéjar, que es en lo que estamos trabajando ahora mismo, ya que queremos tener los proyectos ambientales antes del verano".
Por su parte el alcalde de Andorra, Joaquín Bielsa, reflejaba sentimientos encontrados porque a la ilusión que despiertan estos nuevos proyectos se suma la pena por perder todo un referente para la comarca. Bielsa matizaba que, "aunque nos hubiera gustado conservarla, los elevados costes de mantenimiento no nos lo han permitido, ya que eran 340.000 euros al año, y no podemos hipotecar el futuro de Andorra por algo que ya no tiene sentido".