La crisis de los semiconductores también ha provocado que los plazos de entrega de los automóviles nuevos se estén alargando hasta un año por la caída de la producción. Esos retrasos han espoleado la venta de vehículos de segunda mano, pero también en este segmento se empiezan ya a detectar problemas de stock.
Sin embargo, las pérdidas de los concesionarios se están pudiendo compensar con los ERTE por lo que el sector, de momento, no prevé despidos. Así lo recoge el estudio realizado por Faconauto, la patronal que integra asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas automovilísticas. Su delegado en Aragón, José Serón, lamenta que esta crisis no permite cubrir la demanda de vehículos.
Falta de piezas y oferta de vehículos usados
La escasez de chips semiconductores y los problemas en el transporte y logística, también afectan, por ejemplo, al suministro de piezas. Antes se suministraban en apenas unos días y ahora pueden tardar hasta un mes.
Esto provoca a su vez que el mercado de vehículos de ocasión se vea lastrado y falte oferta de coches usados con menos años, porque las empresas y alquiladoras no están facilitando estos modelos al no poder renovar sus flotas.