Medio Ambiente

La caída de un pino en el parque Miguel Servet obligará a talar otros cinco ejemplares

Se trata de los árboles que alcanzó al caerse y el que se encuentra a su lado y que forman un único sistema. La zona seguirá balizada los próximos días y si el tiempo lo permite, la tala comenzará la semana que viene.

Redacción

Huesca |

La caída de un pino en el parque Miguel Servet obligará a talar otros cuatro ejemplares
La caída de un pino en el parque Miguel Servet obligará a talar otros cuatro ejemplares | Ayuntamiento de Huesca

El árbol caído ayer en el pinar viejo del parque Miguel Servet alcanzaba 26 metros de altura y 172 centímetros de perímetro. No había síntomas externos que indicaran riesgo de caída, de hecho, la zona se revisó el pasado martes por la mañana tras los vientos del lunes. Las raíces del árbol se encontraban en buenas condiciones de modo que la hipótesis más probable es que haya colapsado debido a la gran altura alcanzada por el árbol y el peso del mismo.

Esta mañana se han llevado a cabo las tareas para retirar la leña del pino desplomado y se ha inspeccionado la zona en la que será necesario talar otros cinco árboles, el que está situado junto al que ha caído y forman un único sistema, y otros cuatro pinos que fueron alcanzados por el que se desplomó. La zona seguirá balizada los próximos días y la intención es comenzar la tala el lunes o martes de la semana que viene, si el tiempo lo permite.

Se ha dado orden a la Policía Local para que extreme la vigilancia en la zona y evitar que se acceda a este sector. El equipo de gobierno municipal ha subrayado la necesidad de acometer estas talas para garantizar la seguridad de quienes disfrutan del Parque Miguel Servet. De cara a los próximos meses, será necesario planificar actuaciones de sustitución progresiva de árboles en este sector del Parque Miguel Servet ya que es una zona de pinos de gran porte, que cuentan con más de 90 años.

En su conjunto funcionan como un todo y suponen un importante elemento regulador de la temperatura, pero la forma en la que se plantó el área, la altura y densidad alcanzada en las copas suponen en estos momentos un riesgo evidente.