Los médicos recuerdan que la ola de calor puede provocar problemas importantes de salud, si no se toman las precauciones adecuadas. La permanencia al sol puede derivar en una insolación, y la exposición prolongada a las altas temperaturas puede provocar un golpe de calor. En ambos casos, los síntomas son dolor de cabeza y náuseas. Además, podemos detectar que el cuerpo deja de sudar, porque ya no puede autorregularse.
Para evitarlo, es esencial buscar la sombra e hidratarse de forma continua. Esa hidratación también nos ayudará a conciliar el sueño por la noche. El presidente de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria, Luis Miguel García, recomienda refrescar los dormitorios y utilizar el aire acondicionado si disponemos de él, pero no excederse con el uso de ventiladores, que pueden provocar otro tipo de molestias en las articulaciones.
Aumenta el riesgo de incendios
El calor también incrementa el riesgo de incendios forestales. Buena parte de Aragón está en riesgo naranja e incluso rojo en algunos puntos de la provincia de Zaragoza como la depresión del Jalón, Moncayo y Aranda y Muela de Valmadrid. Por ejemplo, el fuego arrasó este miércoles 15 hectáreas de cultivo y monte en la zona oscense de Tolva. Todo apunta a que el inicio de las llamas fue una cosechadora.
Desde el sector agrícola piden que no se les criminalice por hacer su trabajo. De hecho, resaltan que los rayos son la principal causa del inicio de los incendios. El presidente de ARAGA, Jorge Valero, insiste en que los agricultores son los más implicados en cuidar del medio natural que les rodea.