La presión de algunas comunidades autónomas para que el Gobierno dé luz verde a un posible adelanto de los toques de queda, podría fijar la hora de vuelta a casa a las ocho de la tarde y originar algunos trastornos en los ritmos de vida de muchas personas.
El sociólogo Carlos Gómez Bahíllo considera que ese tipo de restricciones complica actividades muy necesarias para algunas personas, como hacer ejercicio físico, además de dificultar la organización de las familias en su día a día.
Gómez Bahíllo explica, además, que se está dando un nivel excesivo de incumplimiento de las restricciones porque, entre otras cosas, no hay suficiente contundencia a la hora de castigar esas infracciones.