Aunque ninguno de esos visones tiene síntomas de la enfermedad ni ha mostrado un comportamiento extraño, la explotación ganadera fue inmovilizada el 22 de mayo, después de que siete trabajadores dieran positivo en Covid-19. Desde entonces, se han ido haciendo pruebas a los animales, y se ha constatado que, conforme avanzan las semanas, el virus se propaga más y más entre ellos. Por eso, el consejero de Agriculgura, Joaquín Olona, ha comunicado a la empresa esa orden de sacrificio, por la que recibirán una indemnización económica.
Desde Salud Pública, siguen investigando el brote. De momento, no se sabe con seguridad si los trabajadores contagiaron a los animales, o si sucedió a la inversa. Ambas hipótesis continúan abiertas.