El PIB aragonés crecerá en 2025 un 2,4%, una décima por encima de la española, según las previsiones de CEOE Aragón. Nuestra economía se desacelerará ligeramente respecto a este año – prevén que se cierre con un crecimiento del 3,1% - como consecuencia del descenso de la aportación del consumo público y de las exportaciones.
Los empresarios se sienten, aun así, moderadamente optimistas. Pese a la evolución negativa de las exportaciones en los últimos meses, las expectativas mejorarán en 2025. Además, aumentará el consumo privado y se reactivará el sector de la construcción.
Miguel Marzo, presidente de CEOE Aragón, se muestra prudente por el impacto de factores como la situación geopolítica, falta de mano de obra o la inseguridad jurídica y laboral derivada de cambios normativos del Gobierno de España. El registro de viajeros impacta en el sector turístico, y la reducción de la jornada, en muchas pequeñas empresas que pueden ver comprometida su competitividad y productividad.
Por su parte, el vicepresidente de la patronal y presidente del clúster de la automoción, Benito Tesier, se ha mostrado esperanzado respecto a ese sector, que supone el 33,6% de las exportaciones. Aunque la situación en Europa es de incertidumbre, y se ha reducido la producción en la planta de Figueruelas, el 60% de las auxiliares trabajan también para otras marcas y existe cierta diversificación en los mercados. Cree que, aunque seguirá abriendo tensiones en la demanda en 2025, el sector es robusto.
En ese sentido, el presidente de CEOE CEPYME Huesca, Fernando Luna, ha dicho que la burocracia o la legislación medioambiental demuestran que al empresario se le pone no en el centro de la economía sino en el centro de la diana. La falta de compromisos para aumentar la regulación hídrica y el acuerdo comercial de la UE con Mercosur son “dos nubarrones” con los que afrontarán 2025.
La atracción de grandes inversiones y la estabilidad política son puntos fuertes para asentar el crecimiento económico en Aragón. En ese sentido, los empresarios abogan por trabajar para garantizar el efecto tractor de los centros de datos, y estará por ver el efecto arrastre de la gigafactoría de baterías, uno de los anuncios más esperados.