Agentes medioambientales de la Confederación del Ebro y del Seprona de Guardia Civil siguen haciendo mediciones en el río Queiles para intentar dar con el origen de la contaminación que ha provocado un brote con más de 450 casos de gastroenteritis en el entorno de Tarazona. El organismo de cuenca ofrecerá todo su apoyo a las autoridades sanitarias para que los vecinos puedan cuanto antes volver a consumir el agua de la red sin riesgos.
Los vecinos de Tarazona, Novallas, Torrellas y Los Fayos siguen consumiendo agua embotellada, a la espera de esa investigación. La mayoría de los casos de gastroenteritis se concentran en Tarazona.
En Novallas, solo se han confirmado dos y hay otros cinco bajo sospecha. El alcalde de esa localidad, Pedro Lafuente, explica que están enviando garrafas de agua tanto al colegio como a la guardería, y también disponen de suministro en el propio Ayuntamiento, por si algún vecino no pudiera comprarlas en el supermercado. Además, han tomado muestras de varias fuentes con agua de manantial, que no procede de la red pública de suministro, para ver si es apta para el consumo.