Konotop es una ciudad ucraniana a medio camino entre Moscú y Kiev. Por eso fue una de las primeras ciudades en caer al comienzo de la invasión de las tropas rusas. Allí viven los padres de Natalia Stepanova. No pueden huir de la guerra porque el padre tiene 58 años y el gobierno ucraniano obliga a todos los varones de entre 18 y 60 años permanecer en el país para defenderlo.
Tras seis días de guerra el país no tiene actividad económica, por lo que ya empiezan a sufrir el desabastecimiento de alimentos y material sanitario. Por eso, Natalia y su pareja, José, propietario de la zapatería Tak Tak Shoes han decidido impulsar una campaña de recogida de alimentos y material sanitario.
El establecimiento, ubicado en María Lostal, esquina Camino de las Torres, es uno de los puntos de recogida habilitados en Zaragoza. La ayuda recibida se canaliza a través de la Asociación de Ucranianos Residentes en Aragón y, también, en coordinación con la Embajada de Ucrania en España.