La galería de transporte de carbón tiene una longitud de 170 metros y un peso superior a las 120 toneladas. Está soportada por cinco torres metálicas que dan lugar a cinco vanos de 35 metros de longitud. En los momentos de mayor actividad de la central, la cinta transportaba 15.000 toneladas diarias de hulla y lignito homogeneizados, desde el parque de carbones hasta la galería de distribución a los molinos de suministro a las calderas.
Para la realización del trabajo de desmontaje de esta infraestructura se ha diseñado un exhaustivo procedimiento con el objetivo de garantizar unas condiciones absolutas de seguridad. Esta prevención se aplica a todos los procesos que se están realizando desde el inicio de los trabajos de desmantelamiento y demolición de la planta: seguridad y salud, medio ambiente, calidad, supervisión de obra, dirección técnica y sostenibilidad, entre otros.
El desmantelamiento de la central térmica Teruel tendrá un coste aproximado de 60 millones de euros. El proyecto global se inició a principios de 2021 y tendrá una duración de 48 meses. En estos momentos emplea a una media de 190 personas de mano de obra directa, con puntas de hasta 200 trabajadores, la mitad de ellos de Andorra y de localidades próximas a la central.
El proyecto de desmantelamiento de la central térmica de Andorra tiene la singularidad de compatibilizar los trabajos de demolición con actuaciones de desarrollo de futuros parques de generación eléctrica de origen renovable en el mismo emplazamiento.
El primero de los proyectos contemplado en el Plan Futur e se va a realizar de forma simultánea a los trabajos de desmantelamiento. Se trata de un parque solar fotovoltaico de 50 megavatios (MW) de potencia que se construirá dentro del perímetro de la planta, del que ya se han iniciado los trabajos preliminares.
Gestión integral del proyecto de desmantelamiento
Para realizar la gestión integral de desmantelamiento se está aplicando un sistema de demolición selectiva para segregar y caracterizar cada una de las 259.780 Tn que conforman el volumen de demolición. Este método, junto con la aplicación de la economía circular en la gestión de residuos, permitirá un aprovechamiento máximo de los residuos, bien para su posterior reutilización como segundo uso, bien como materia prima.