Las obras de restauración de la Escalinata de Teruel se centrarán en la recuperación del 80% de las piezas cerámicas y en dar solución a los problemas de humedades que desde hace tiempo están afectando a los materiales que revisten el monumento. Por este motivo, la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, ha manifestado que "ampliaremos el estudio de georradar que se va a hacer en la calle San Francisco, a consecuencia del derrumbe, a todo el Paseo del Óvalo".
También se actuará en las farolas, afectadas por problemas de oxidación y corrosión y se encargará un diseño de cámaras de seguridad para preservar la conservación de este monumento una vez restaurado.
El director gerente de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez, ha detallado que las principales causas de su deterioro "obedecen, no solo a las humedades, sino a la propia climatología turolense, que hace que tengamos temperaturas muy extremas tanto en invierno como en verano".
Esta es la tercera actuación que se lleva a cabo en la capital turolense vinculada al convenio firmado entre la Fundación Tervalis, perteneciente al patronato de la Fundación Santa María de Albarracín, con el ayuntamiento de Teruel. Previamente ya se restauraron las fuentes del Deán y de los Franciscanos.
