Es un tema polémico, ya que en este último año el Ejecutivo aragonés cerró las actuales aulas por incumplir las medidas de seguridad de los accesos y de las instalaciones donde se impartían las clases. Los padres recurrieron a la Justicia que ordenó la apertura del centro.
Finalmente, ambas partes han desistido del tema judicial y ahora quieren colaborar en la construcción de un nuevo centro. De momento, 23 alumnos continuarán en las aulas provisionales hasta que avancen las obras. La consejera Hernández señala que la prioridad es que los terrenos actuales deben ser de titularidad pública.
El portavoz de los padres de Caneto, Eduardo Jubert, está muy satisfecho por el cambio de opinión del Gobierno aragonés y avanza que la nueva escuela deben ser sostenible con el medio natural y que se adapte al entorno en el que se ubica ese centro. Entre otras actuaciones, será necesario mejorar los accesos al centro, asfaltando la pista y situando allí la entrada al colegio. Para elaborar el informe de idoneidad de los terrenos, se ha previsto una próxima visita de los técnicos del Departamento y responsables de Infraestructuras a las actuales instalaciones.