En el aeropuerto de Zaragoza se registró un incidente en el que un pasajero ebrio rompió la puerta de un avión que tenía como destino Bucarest, los hechos sucedieron en el vuelo que salía a las 9:15 de la mañana del sábado 30 de septiembre, pero los 224 pasajeros que tuvieron que ser desalojados del avión por la Guardia Civil y esperar hasta las 13:20 del domingo 1 de octubre para retomar el vuelo, pero no todos pudieron hacerlo, 50 se quedaron en tierra por falta de espacio.
Este incidente que puede parecer puntual se ha incrementado en los últimos años. Según datos de la Asociación de Transporte Internacional (IATA) se ha incrementado en un 37% en 2022. La directora de seguridad de aeronaves de AESA, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, Marta Lestau, explica que según sus datos, hasta agosto de este año se han registrado mil denuncias, la misma cifra que se registró el año pasado.
Cuando se recuperó el tráfico aéreo tras el covid, el uso de la mascarilla era uno de los motivos por los que se generaban conflictos en el interior de un avión, pero las causas principales que apunta Lestau es la embriaguez y el fumar a bordo. También destaca que normalmente estas conductas no corresponden a un pasajero aislado sino a un grupo de pasajeros que ponen en riesgo la seguridad del vuelo.
Cuando se dan estas situaciones, las compañías aéreas tienen marcadas una serie de protocolos de acuerdo a la normativa aérea. Si el incidente ocurre antes de despegar, se vuelve a la zona de aparcamiento y se avisa a las autoridades para evacuar al pasajero conflictivo. Si sucede en vuelo, la tripulación ha de avisar al comandante, se sigue los protocolos y, si es necesario, se desvía el avión al aeropuerto más cercano para evacuar al pasajero que pone en peligro el vuelo.
El aeropuerto de Zaragoza es uno de los que menos incidentes se registran, de hecho, como indica la directora de seguridad de aeronaves de AESA, en este año tan sólo se ha registrado una denuncia y ha correspondido a un caso por fumar a bordo.