Un lavavajillas sucio o con mal mantenimiento puede convertirse en un vivero de bacterias dañinas como el Ecoli o la salmonella, pero no sólo eso, con un mal cuidado se acorta la vida útil del electrodoméstico. Manuel Royo, director de Marketing para Iberia de Beko Europe explica que, a pesar de que se utiliza continuamente jabones y se lava a altas temperaturas no es eximente para mantener un cuidado continuo de los aparatos.
Para que el lavavajillas esté en buenas condiciones y la eficiencia del funcionamiento sea la correcta, Royo da algunos consejos a tener en cuenta y que pasan por un mantenimiento preventivo:
- Cada semana limpiar las juntas del lavavajillas eliminándolos residuos que hayan podio ir quedando.
- Comprobar y limpiar las salidas de detergente o agua para que no estén taponadas.
- Realizar lavados con productos de limpieza específicos para lavavajillas que permite mantener limpias las canalizaciones y evitar que se acumule la cal del agua.
- Dejar la puerta abierta después de cada ciclo para que se seque bien.
- No sobrecargarlo, para que no queden residuos que sirvan de refugio a las bacterias