Hace un año, una niña de 10 años, Saray, comenzó el curso reencontrándose con las compañeras que le hicieron la vida imposible el curso anterior en el colegio Agustín Gericó. La tutora y el equipo directivodel centro en aquel momento, ignoraron la petición de los padres para que se pusiera solución a la pesadilla que sufría su hija. Tres días después, se tiró desde el balcón de su casa, en un tercer piso, para quitarse la vida, aunque sobrevivió con graves heridas y varias fracturas óseas.
¿Cuántos niños se han reencontrado hoy con esa misma pesadilla? Esta es una realidad a la que no hay que volver la cara, señala el profesor de psicología Santiago Gascón, experto en actitudes violentas en el aula. Para muchos niños el reencuentro con las aulas, estrenar mochila y material escolar nuevo no compensa la angustia de saber que van a reencontrarse con sus 'abusones'.Gascón señala que la infancia es un infierno para algunos niños, y ha recalcado que cada año se suicidan una media de 25 escolares en España. Asegura que hay un problema de comunicación en las familias, y que muchos padres no son capaces de reconocer que sus hijos puedan ser los acosadores. Además, los profesores ven lo que ocurre en el aula, pero no en otros espacios en los que no saben lo que pasa y se suele producir el acoso.