La llegada de calima, polvo en suspensión procedente del desierto del Sáhara, impulsada por los vientos de la borrasca Celia, sigue afectando principalmente a las zonas más altas de Aragón. Sin embargo, preocupa la concentración de partículas PM10 en algunos puntos de Zaragoza capital. De hecho, según los datos de la red de calidad del aire en algunas estaciones de medición de la ciudad, superan los niveles aconsejables.
El límite es de 45 micro partículas por metro cúbico y en algunas zonas como Renovales o avenida Soria se supera esa cifra. La experta Gemma Izquierdo recomienda reducir la actividad física cuando hay partículas en suspensión y pide precaución a las personas con enfermedades respiratorias.