Las Cortes de Aragón aprueban hoy definitivamente la Ley de Simplificación Administrativa, una norma pionera en España cuyo objetivo es eliminar duplicidades, reducir las cargas burocráticas y agilizar los plazos de respuesta, para facilitar la actividad empresarial y las gestiones de los ciudadanos.
La norma saldrá adelante con el voto favorable de toda la Cámara, salvo el diputado de Izquierda Unida, que votará en contra, y los tres de Vox, que se abstendrán. El proyecto se ha tramitado por el procedimiento de urgencia y, tras escuchar las aportaciones de agentes sociales y otras instituciones relevantes, se han incorporado 82 de las 324 enmiendas planteadas por los grupos políticos.
El líder de Ciudadanos, Daniel Pérez, ha recordado que su formación política fue la principal impulsora de esta ley, que ha calificado de “histórica” para Aragón. En cambio, el coordinador de Izquierda Unida, Álvaro Sanz, cree que es un texto profundamente neoliberal, que pone la alfombra roja a los empresarios para que inicien su actividad sin apenas controles, mientras que no pone remedio a los obstáculos que afrontan los ciudadanos.