Las cifras de la red Aragonesa de Cultivos Extensivos y Leguminosas, ARAX, confirman que la de 2023 ha sido la peor cosecha para el cereal de invierno de los últimos 33 años. En Aragón se ha recogido 1,34 millones de toneladas de trigo, cebada o centeno. Un 34% menos que la temporada pasada, en la que los rendimientos tampoco fueron buenos. La sequía prolongada durante la primavera y las altas temperaturas de los meses de marzo a mayo son las causas de esta situación.
La peor parte se la ha llevado la provincia de Teruel, donde la cosecha se ha reducido un 67%. En Zaragoza, se ha recogido un 58% menos y en Huesca, la provincia menos afectada, apenas se ha reducido un 9% gracias al mayor peso del regadío.
A pesar de todo, las consecuencias de la falta de lluvias podrían haber sido peores según ARAX, ya que la situación se ha visto mitigada por la apuesta de las variedades adaptadas al territorio, resistentes a la sequía o a las plagas. De hecho, el uso de semilla certificada ha aumentado un 40% este año.
