La Unidad de Emergencia Social de Cruz Roja Zaragoza sale a las calles de lunes a viernes para ofrecer ayuda y asistencia, además de compañía, a las personas que viven en la calle. En los días más gélidos y en los que las temperaturas bajan de 0, se amplía el protocolo a los fines de semana y festivos con nuevos equipos de voluntarios.
Lucía Conde, responsable del proyecto y coordinadora de la unidad de Emergencia Social de Cruz Roja Zaragoza, explica que, en los días de temperaturas más extremas, la radiografía que se encuentran en las calles también es más extrema. De hecho intentan conseguir que las personas que viven y duermen en la calle acudan a alguno de los servicios de alojamiento dispuestos en la ciudad para que puedan evitar las gélidas temperaturas.
Según los últimos datos facilitados por Cruz Roja, tan solo en Zaragoza son más de 160 personas las que duermen en las calles y cada noche se visita al máximo de personas posibles, en los últimos días, a unas 25. Y algo que les está preocupando es el aumento de familias que viven en la calle con sus hijos menores porque los servicios existentes no cubren sus necesidades y no quieren dejar solos a sus hijos. En estos casos, Conde explica que se siguen todos los protocolos y, de forma coordinada con todas las instituciones, se busca soluciones por el bien de los menores.
Todas las noches, grupos de voluntarios salen a la calle para facilitar bebidas calientes, mantas o simplemente conversación a todas aquellas personas que siguen durmiendo en la calle.