La portavoz de Educación de CSIF-Aragón, Mónica de Cristóbal, considera inaceptable que los colegios empiecen a ser morosos, algo que actualmente está ocurriendo porque el Gobierno de Aragón no ha pagado lo que se conoce como libramientos, el dinero que dos veces al año transfiere a los centros escolares para pagar los gastos de su día a día.
El pago de estos libramientos se realiza dos veces al año: una en mayo y otra en noviembre. Pero hay colegios que no recibieron ninguna de esas dos transferencias en 2023, y se han acumulado cantidades de entre 3.000 y 9.000 euros que los centros necesitan para comprar material escolar, tóner para impresoras, productos de limpieza e, incluso, papel higiénico, o para pagar gastos del comedor.
Según la portavoz sindical, algunos colegios cuentan con saldo en sus cuentas, pero se trata del dinero que adelantan las familias para pagar actividades como viajes escolares, por lo que ese dinero ya está comprometido y no puede utilizarse para sufragar otros gastos. Sin embargo, es a estos colegios a los que la DGA pone en la cola para recibir los fondos necesarios para su funcionamiento, al entender que si tienen saldo en la cuenta pueden seguir pagando sus gastos.