La responsable de Seguridad Privada de CSIF Zaragoza y delegada de la empresa COVIAR, que presta el servicio de seguridad, Isabel Castro, ha relatado los problemas que se vienen produciendo en las últimas semanas y ha solicitado más efectivos de vigilancia para el edificio terapéutico, anexo al centro de menores, que se ha habilitado para acoger a los menores llegados desde Ateca tras el cierre, este verano, del centro de menores ubicado en la localidad.
Dos vigilantes se encuentran de baja tras haber sido víctimas de agresiones en las últimas semanas, y otros tres trabajadores también han sido objetos de ataques por parte de algunos de los jóvenes internados, particularmente conflictivos. El 28 de octubre fueron dos menores los que protagonizaron la agresión, aunque uno de ellos era especialmente agresivo. El último caso tuvo lugar el 7 de noviembre, cuando tres chicos y una chica que pretendían escaparse del centro se hicieron con palos de escoba y otros objetos contundentes para atacar al vigilante y a uno de los cuidadores.
Desde CSIF recuerdan que el único vigilante de ese edificio no cuenta con armas ni elementos para su autodefensa; además, el edificio terapéutico, en el que puede haber hasta 10 menores, no está debidamente preparado. Mientras otros espacios del centro con más vigilantes, cuentan, además, con cámaras o controles de acceso, este módulo ni siquiera tiene espacios donde refugiarse y poder avisar en caso de agresión.