La catedral de San Salvador estuvo cerrada al público 23 años, aunque durante la mayor parte de ese tiempo no hubo trabajos en su interior. Domingo Buesa, que en 1998 era director general de Patrimonio y Cultura del Gobierno de Aragón, recuerda que fue el ejecutivo de Santiago Lanzuela el que puso todo el empeño por finalizar la obra y recuperar el esplendor del templo.
Se cimentó toda la catedral, debido al mal estado de los pilares, aunque al fijarlos se movieron las bóvedas, que se iban rompiendo. Por este motivo fue necesario consolidar toda la estructura del templo. Además, los arqueólogos excavaron todo el subsuelo de la catedral para llevar a cabo una investigación que fue detallada en un libro publicado para darla a conocer a los ciudadanos.
La reapertura estuvo acompañada de una exposición en el interior del templo que incorporaba elementos muy avanzados. Agustín Serra era socio de Audiomarket, una de las firmas zaragozanas que lideró el proyecto. Serra explica que se utilizaron innovaciones que hoy son habituales en muchas exposiciones, como el videomapping, el 3D, audio e iluminación interactivos o realidad virtual estática que abrían 'ventanas al pasado' para contemplar las distintas etapas del templo, una auténtica revolución hace un cuarto de siglo. Aunque uno de los principales retos fue 'camuflar' más de 50 kilómetros de cableado o la presencia de aparatos, como 64 altavoces y sensores, sin interferir en la estética sacra del templo.