La DIGA contempla una inversión de 4.100 millones de euros y la creación de 3.000 empleos, para llegar a producir un millón de baterías anuales en marzo de 2028. Aunque esa es la fecha prevista para alcanzar la plena operatividad, la producción podrá arrancar en 2026 en las instalaciones que ya existen.
El presidente del Gobierno aragonés, Jorge Azcón, asegura que los trámites administrativos se realizarán en un tiempo récord en torno a los seis meses, para que en junio de 2025 arranquen los trabajos preliminares de movimientos de tierra y cimentación, en las 80 hectáreas anexas a la actual fábrica de Stellantis en Figueruelas. Después, a lo largo de cuatro fases, se irá ampliando la capacidad productiva. Para todo ello, el presidente es consciente de que hará falta seguir trabajando.
El Gobierno autonómico ha celebrado la aprobación de la DIGA con los agentes sociales, a quienes ha agradecido el diálogo y la paz social que han facilitado las inversiones de Stellantis y CATL en Aragón. Empresarios y sindicatos coinciden en que la gigafactoría no solo creará 3.000 empleos, sino que consolidará los 35.000 que ya existen en la automoción, y posicionará nuestro territorio como líder en la transición energética.
El secretario general de UGT, José Juan Arcéiz, y la presidenta de Cepyme, María Jesús Lorente, advierten de que ahora la industria auxiliar también deberá adaptarse a las demandas de la movilidad eléctrica. Para ello, es necesario invertir en tecnología, con las ayudas adecuadas.