Los partidos de la oposición han dado su apoyo al Gobierno de Javier Lambán para iniciar un Plan de Reconstrucción, aunque con matices.
El Partido Popular es partidario de suspender el cobro de impuestos a las pymes que han paralizado su actividad y rebajar el tramo autonómico del IRPF. También reclaman indemnizaciones para las familias de trabajadores esenciales que hayan muerto por el coronavirus. El presidente del PP, Luis María Beamonte, ha expresado su lealtad hacia el Ejecutivo de Lambán, aunque dejando claro que rechaza la actitud de sus socios de Podemos, a los que acusa de soberbia y sectarismo, tanto aquí como en el Gobierno de España.
Mucho menos crítico ha sido el portavoz de Ciudadanos, Daniel Pérez. Se suma al pacto de reconstrucción, exigiendo que todos los implicados se reúnan de manera periódica, dejando fuera ideologías y prejuicios. Sin renunciar a la crítica constructiva, Pérez ofrece todo su apoyo al Gobierno y reconoce que ningún partido fue capaz de predecir la magnitud de esta crisis: "No había un capítulo dedicado a la pandemia en ningún programa político":
El portavoz de Vox, Santiago Morón, cree que la “nefasta gestión” del Gobierno de España va a lastrar el futuro de Aragón y le pide a Lambán que elimine cualquier gasto superfluo que no sirva para atajar esta crisis.
Izquierda Unida, en cambio, ha defendido que la salud debe ir por delante de cualquier medida económica y también ve necesaria una reforma fiscal, aunque en este caso, para sumar ingresos que permitan hacer frente a la pandemia. Su portavoz, Álvaro Sanz, cree que esta crisis debe cambiar nuestro orden de prioridades: "Hay que dar más valor a los cuidados".