Los rescates en el Pirineo han descendido un 13% respecto al pasado año a pesar de la elevada presencia de visitantes en todo el Pirineo. Y es que tanto afluencia de turistas en alojamientos hoteleros como el volumen de vehículos en las carreteras ha sido de nuevo muy elevada, por eso desde la subdelegación del Gobierno y la Guardia Civil quieren creer que poco a poco los mensajes de precaución van calando en la población.
La campaña estival se ha cerrado con 306 intervenciones de los GREIM, frente a los 353 auxilios del 2022. Durante ese periodo la Guardia Civil de Montaña auxilió a un total de 445 personas, frente a los 495 atendidos el verano anterior. Como consecuencia de esos accidentes hubo 11 fallecidos, 236, heridos y 198 ilesos. De los accidentes mortales, destaca que muchos de ellos se han producido en barrancos
El perfil del rescatado se corresponde con el de un varón en el 63% de los casos, con una edad comprendida entre los 41 a 50 años, y que en un 53% de los casos sobreestima sus posibilidades. En cuanto a la tipología de las actividades, la mayoría de los auxilios (un 52%) han sido para atender a senderistas, seguidos de barranquistas (14%) y la escalada o progresión en terreno abrupto (12%). Los accidentes más habituales son los tropiezos y caídas en el mismo nivel, seguido de problemas físicos o las caídas en vertical.
Este verano ha habido más días en los que el helicóptero ha podido intervenir debido a que las condiciones meteorológicas han sido mejores y el rescate de mayor dificultad fue el del espeleólogo que estuvo atrapado 30 horas en una sima en Ansó. El grupo de rescate que más intervenciones ha realizado ha sido el de Boltaña con un total de 92 rescates, seguido de Benasque con 83, Panticosa con 56, Huesca 40 y Jaca 35