La Policía Nacional detiene a tres miembros de la peña Alcorazados y a un aficionado radical del Zaragoza durante el dispositivo policial con motivo del derbi aragonés. Esa tarde, un hombre solicitó presencia policial en la calle del Parque manifestando que, cuando se encontraba con un grupo de amigos, había sido abordado e intimidado por un grupo tumultuoso que portaba palos y le cuestionaban de forma amenazante si eran del Zaragoza, tratando de agredirle, si bien huyeron por el parque Miguel Servet al detectar presencia policial.
Los indicativos policiales, junto con agentes del Cuerpo de Policía Local de Huesca interceptaron a los integrantes de este grupo, formado por casi 20 personas que vestían prendas con simbología de la peña Alcorazados, requisándoles los objetos contundentes que portaban -mástiles de bandera y palos metálicos y de madera-, y denunciando estos hechos para su sanción administrativa. Durante esta identificación, uno de los componentes del grupo agredió a un policía, propinándole un puñetazo en el rostro, por lo que se procedió a su detención por un delito de atentado a agente de la autoridad. Esta persona presentaba un elevado estado de excitación y durante la detención ejerció una fuerte resistencia, continuando agrediendo a los agentes. Además, una mujer acompañante del detenido se interpuso de forma activa tratando de liberar a su compañero, llegando incluso también a golpear a los agentes, procediéndose igualmente a su detención.
El último incidente tuvo lugar durante la celebración del encuentro. Un grupo de la afición visitante se subió a las vallas protectoras provocando a la afición local, siendo reprendidos por los vigilantes de seguridad. Si bien, dos aficionados hicieron caso omiso a las indicaciones del personal de seguridad privada, solicitándose presencia policial. Los agentes requirieron a estas dos personas para abandonar las instalaciones. Uno de los implicados abandonó voluntariamente el estadio, siendo además propuesto para sanción. Pero su compañero se negó a salir, acometiendo a los policías y no dejando de propinar patadas y golpes a los agentes durante el traslado. Por tal motivo, se procedió a su detención por delito de resistencia y desobediencia y fue propuesto para sanción. Al detenido le constan varios antecedentes similares.
Los agentes han tramitado denuncias por todos estos hechos, que continuarán su tramitación por la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana y por la Ley 19/2007 de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. Esta ley prevé para estas conductas multas que pueden llegar a los 3.000 euros en caso de infracciones leves y de 3000,01 a 60.000 euros en caso de infracciones graves, además de otras sanciones como prohibición de acceso a recintos deportivos