En Madrid, el periódico El País y el Gobierno de Aragón organizan una jornada centrada en los retos de futuro de la Comunidad en la que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha trasladado el compromiso del Gobierno para impulsar infraestructuras para afianzar el potencial logístico de Aragón y su intermodalidad.
En materia ferroviaria, se avanzan los estudios de reapertura del túnel de Somport y se destinarán 130 millones de euros a los estudios informativos de la línea Zaragoza-Teruel-Sagunto. Sánchez además recuerda que el Aeropuerto de Zaragoza es el segundo en transporte de mercancías por detrás solo de Madrid-Barajas, y para potenciarlo, próximamente contará con una nueva terminal de carga.
En materia de carreteras, la ministra Sánchez saca pecho de la liberalización de la AP-2, cuyas conexiones y enlaces se está trabajando en mejorar. Destaca la inversión de cerca de 300 millones en tres tramos de la autovía A-23 hasta el Pirineo, y el impulso a otros dos en la A-21 o de la A-68. En ese sentido, señala que el corredor del Ebro es una prioridad para el Gobierno.
La agroindustria, las renovables y la logística, sectores estratégicos
En ese encuentro, el presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, ha destacado el talento profesional, la estabilidad, el diálogo social y la colaboración público-privada, como elementos esenciales que hacen prosperar a la economía aragonesa. Además de la automoción, considera que hay tres sectores estratégicos con grandes posibilidades de futuro: las energías renovables, la agroalimentación y la logística.
Sobre este último, Lambán confía en que el Ministerio de Hacienda tenga tanta sensibilidad como el de Transportes, y acceda a la petición que este jueves han formalizado junto a la Cámara de Comercio, para crear una zona franca en el Aeropuerto de Zaragoza.
En materia de agroindustria, Lambán ha explicado que Aragón aspira a ser líder en sostenibilidad, solucionando el problema de los purines y sustituyendo los fertilizantes minerales por los orgánicos, menos contaminantes. Y en cuanto a energías renovables, seguirá reclamando cambios normativos que faciliten el autoconsumo colectivo, e inversiones en infraestructuras de distribución, para que Aragón deje de ser víctima del “colonialismo energético”.
Junto con esos sectores, el presidente también apuesta por la industria farmacéutica, la tecnología de la nube y la aeronáutica como grandes motores de la economía aragonesa del futuro.