El Ejecutivo autonómico acusa al Gobierno de España de autorizar ese traslado sin avisar, lo que ha impedido coordinar su asistencia educativa, sanitaria y social. De momento 150 de esos migrantes están en Sabiñánigo y 50 en Quicena. En las próximas semanas llegarán 85 africanos más a Zaragoza y otros 50 a Tarazona.
Esas personas fueron trasladas el domingo hasta la provincia de Huesca y el Departamento de Bienestar Social se enteró el miércoles, a través de la ONG que coordina su atención. Todos son mayores de edad y habían llegado irregularmente a Canarias, donde los recursos de acogida están desbordados. La consejera, Carmen Susín, ha lamentado la actitud del Gobierno de España por no avisar del traslado de los migrantes, ya que no han podido coordinar su atención.
El Gobierno aragonés ya ha activado la atención sanitaria para esos migrantes. La mayoría están cansados o presentan úlceras en la piel. Incluso alguno ha sido trasladado al hospital San Jorge para un cuidado más específico.
"Falta de respeto"
Precisamente la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, considera una falta de respeto la desinformación por parte del Ministerio. Orduna ha reiterado la disposición de la ciudad para acoger inmigrantes, pero ha criticado que las formas no han sido las correctas y que se han saltado todos los protocolos.
Para la alcaldesa, no recibir ni siquiera una llamada supone una falta de respeto a la ciudad de Huesca, para los trabajadores municipales que verán incrementado su volumen de trabajo y para los propios inmigrantes. El Ayuntamiento ha pedido en la reunión con la Consejería una interlocución con el Ministerio mientras sigue estudiando la capacidad de acogida que tiene la ciudad por si llegan más inmigrantes en el futuro.