El director de zona en el Área Rural, Francisco Javier Alfaro, nos ha contado que las oficinas de Caja Rural de Aragón son, en muchos de estos municipios, una referencia para sus vecinos. Aunque mantener esta red en el medio rural supone renunciar a la rentabilidad económica, se compensa con la rentabilidad social. Y es que estas oficinas se convierten en el eje vertebrador de la actividad económica de los pueblos, donde también se ofrece asesoramiento sobre asuntos tan diversos como la PAC o temas fiscales.
Además, ante el incremento de la presencia de jóvenes en el medio rural, Caja Rural de Aragón ha sabido adaptarse para estar a la altura. Alfaro ha explicado que, lejos de los estereotipos del pasado, los jóvenes que apuestan por vivir en los pueblos están muy bien formados y cuentan con explotaciones agrarias o industriales con elevados niveles tecnológicos. Por ello, la entidad dispone de personal preparado que, en muchos casos, también proviene del medio rural.
Caja Rural de Aragón también cuenta con soporte informático y tecnológico para aportar soluciones a nivel nacional o internacional, a la vez que desarrolla iniciativas junto a los ayuntamientos y asociaciones culturales, como charlas sobre el uso de las nuevas tecnológicas, la banca electrónica o cómo hacer compras por internet, manteniendo la atención personaliza a los mayores. Respecto a cómo encara la entidad esta recta final del año, el director de zona en el Área Rural ha destacado que nos enfrentamos a una etapa de incertidumbres, también en el medio agrario, pero en sus oficinas tienen las puertas abiertas para atender cualquier duda de los clientes.