Se considera dolor crónico al que se padece de forma continua durante más de cuatro días a la semana y durante más de tres meses. Afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque a ellas les afecta más, y son diversas las zonas en las que se registran estos dolores crónicos y que puede tener consecuencias discapacitantes.
La doctora María Madariaga, anestesióloga, especialista en dolor y presidenta de la Sociedad Española del Dolor, explica que el dolor crónico, a pesar de que se asocia a un dolor degenerativo que se da más en personas mayores, la población más afectada es la que tiene una edad intermedia de en torno a 50 años. El problema es que el dolor no se ve externamente por lo que no se comprende socialmente.
Los orígenes del dolor crónico pueden ser muy variados, pero los más prevalentes, como indica la doctora Madariaga, son los de origen del tejido musculoesquelético, de articulaciones y de origen mecánico que suele tener un inicio inflamatorio. Respecto a la localización, se suele encontrar en las grandes articulaciones como la columna, sobre todo en la zona lumbar, y en las rodillas.
Diferentes tipos de dolor
El dolor si tiene tratamiento, se puede tratar el síntoma dolor y el dolor enfermedad. Como explica la presidenta de la Sociedad Española del Dolor, en el síntoma dolor, cuando aparece, hay un tratamiento y tiene éxito porque cuando tiende a curarse la lesión, el dolor desaparece. Pero cuando el dolor síntoma se perpetua en el tiempo porque no es posible la curación, puede afectar al sistema nervioso que complica la sintomatología y cuando dura más de lo habitual es cuando aparece el dolor crónico.
El dolor crónico primario es el que tiene más prevalencia entre la población. Es dolor sin una lesión por lo que no se puede localizar, es un dolor de gran intensidad, crónico y generalizado.