Echar comida a las palomas o los patos ayuda a que se reproduzcan con mayor facilidad hasta convertirse en una plaga. Además, los restos de esa comida arrojada en la calle impulsa otras plagas añadidas, como ratas o cucarachas. La Ordenanza municipal sobre la Protección, la Tenencia responsable y la Venta de Animales prohíbe expresamente alimentar a animales ajenos en la vía pública.
El veterinario del Instituto Municipal de Salud Pública, Emilio Martínez, señala que en el caso de las palomas, la sobrealimentación producida con estos malos hábitos, está haciendo que en lugar de hacer dos puestas de huevos al año, lleguen a realizar hasta cuatro. Y es que, sólo en los tres primeros meses del año se han recibido ya más de 90 solicitudes de captura, mientras que en todo el 2021 se alcanzaron las 153.
En cuanto a las capturas, el veterinario ha querido precisar que los sistemas de captura son totalmente éticos, tanto el de red automática como la jaula de captura, aunque insiste en que el mejor de los métodos para controlar la población de palomas es no darles de comer, en cuyo caso las poblaciones autorregulan su población. Y advierte que el uso de piensosesterilizantes no es recomendable, ya que no actúan únicamente sobre la paloma, además de desconocerse su efecto al no estar suficientemente estudiado.