La economía aragonesa ha resistido el golpe de la pandemia mejor que la media española, gracias al mantenimiento de las exportaciones y la rentabilidad acumulada por las empresas en los años previos. Así se desprende del último Informe de la Fundación Basilio Paraíso e Ibercaja, que también mira al futuro con optimismo.
Se mantienen las previsiones de crecimiento
Según el catedrático Marcos Sanso, autor del estudio, la economía aragonesa recuperará los niveles previos al coronavirus en 2022, mientras que la española no lo logrará hasta 2023. Pese a la crisis de las materias primas, el aumento del coste de la energía y la escasez de chips semiconductores, Sanso recuerda lo bien que se está comportando el empleo en Aragón y por eso mantiene sus previsiones de crecimiento: nuestro PIB aumentará un 5,6% este año y un 6,6% el próximo. Esto es gracias a "pequeñas empresas y sectores como la hostelería, intensiva en empleo, que son menos dependientes de los precios y problemas internacionales".
La legislación laboral determinará la competitividad de las empresas
El contexto global, en cualquier caso, aumenta la incertidumbre. Por eso, para garantizar la competitividad de las empresas aragonesas y españolas, el presidente de la Cámara de Zaragoza, Manuel Teruel, pide cautela al Gobierno en la modificación de la reforma laboral. Teruel considera que nuestra legislación debe igualarse a la de los países de nuestro entorno.