Las lluvias de estas últimas semanas han aliviado ligeramente la situación de los embalses de la cuenca del Ebro, que se encuentran al 41,6% de su capacidad, con 3.315 hectómetros cúbicos de agua. Sin embargo, esa cifra sigue muy lejos de la registrada el invierno pasado y del promedio de los cinco últimos años, que es del 63,4%.
El secretario general de UAGA, José María Alcubierre, reconoce que la situación puede cambiar mucho estos meses y es pronto para saber si habrá que aplicar restricciones en la próxima campaña de riegos. Por lo tanto, ha expresado "preocupación, pero con cautela". En cualquier caso, ve imprescindible seguir avanzando en la modernización de regadíos, para hacer un uso más eficiente del agua.