Tanto el Gobierno autonómico como las organizaciones empresariales de Aragón han expresado su malestar por el acuerdo alcanzado, a nivel nacional, entre la coalición PSOE-Unidas Podemos y EH Bildu, para derogar la reforma laboral de 2012. Creen que rompe el diálogo social y provoca desconfianza hacia las instituciones. Además, genera inseguridad jurídica respecto a los ERTE, que están siendo la principal herramienta para frenar la destrucción de empleo en esta crisis sanitaria.
La consejera de Economía, Marta Gastón, recuerda que en Aragón siempre han contado con los agentes sociales para que cualquier política laboral, guste más o menos al Ejecutivo, goce de estabilidad. En cambio, dice, los anuncios del Gobierno estatal son contradictorios y pueden llevar a una pérdida de confianza en la economía española.
El presidente de CEOE Aragón, Ricardo Mur, se ha mostrado indignado con este acuerdo que, en su opinión, "deja la política laboral en manos de los herederos de ETA". Mur cree que la derogación de la reforma laboral creará inestabilidad y una mayor destrucción de empleo. Por eso, espera que el Gobierno nacional rectifique.