El Gobierno de España y los agentes sociales han pactado un Plan de Impulso para la Automoción, dotado con 3.750 millones de euros. Persigue un doble objetivo. Por un lado, apoyar la recuperación a corto plazo de este sector, gravemente afectado por la pandemia. Y por otro, a largo plazo, fomentar la transición hacia una movilidad sostenible, para combatir la emergencia climática y ganar competitividad frente a otros países.
Este plan tendrá un impacto relevante en la economía aragonesa, donde la automoción representa el 6% del PIB y genera más de 25.000 empleos. Habrá incentivos para la compra de vehículos sostenibles, cuando a cambio se lleve a la chatarra un coche con más de diez años. También se darán ayudas especiales a personas con movilidad reducida y a familias con rentas inferiores a 1.500 euros mensuales. El presidente, Pedro Sánchez, ha anunciado además que los ayuntamientos podrán invertir su superávit en renovar su flota.
La mayor parte de los fondos del Gobierno estatal, 2.690 millones, se destinarán a inversiones en toda la cadena de valor de la industria, mientras que 415 millones financiarán proyectos de I+D, 300 millones se usarán para instalar puntos de carga, 250 serán para la renovación del parque de vehículos y 95 millones se destinarán a adaptar la formación profesional.