El dolor músculo-esquelético provoca casi la mitad de las ausencias laborales de más de tres días y el 60% de las incapacidades permanentes. Algunos datos revelan que el coste anual del dolor es mayor que el del cáncer o la diabetes. Para mitigar el dolor, investigadores de la Universidad de Zaragoza han hallado un modo de duplicar el efecto analgésico de los fármacos sin apenas efectos adversos.
Las consecuencias del dolor para la economía no son, sin embargo, lo que mueve a los investigadores que han desarrollado este sistema para prolongar los efectos de los analgésicos. Su prioridad es dar alivio de los pacientes que sufren dolor crónico y, además, conviven con las molestias de tratamientos que terminan por provocar otros efectos adversos.
La investigadora del Instituto de Nanociencia, Teresa Alejo, explica que el sistema se basa en la inyección de unos nanogeles que contienen nanocristales de un compuesto usado en la anestesia epidural que actúa al alcanzar la temperatura corporal, controlando la liberación del fármaco encapsulado.