Este estudio, realizado por la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza, concluye que la concentración es mayor en las zonas rurales de la cuenca del Ebro, especialmente en las aguas próximas a granjas de ganadería intensiva.
Se han detectado bacterias resistentes en el 96% de los ríos y el 100% de estaciones depuradoras de aguas residuales y colectores. El coordinador del proyecto, Francisco Laborda, ha apuntado que los resultados abren las puertas al desarrollo de nuevas tecnologías para la eliminación de antibióticos en aguas residuales y la reducción de su uso en ganadería.
Cuatro años de estudio
A través de un consorcio de colaboración transfronteriza, compuesto por seis socios y liderado por la Universidad de Zaragoza, se han analizado muestras de la margen izquierda de la cuenca hidrográfica del Ebro y del Cantábrico en España, así como de la del Adour-Garonne, en Francia.
Los resultados han permitido concluir que se da una mayor concentración de antibióticos en los ríos españoles estudiados, en comparación con los franceses, así como el hallazgo de mayores concentraciones de antibióticos en zonas rurales de la cuenca del Ebro, en tramos medios o bajos de los ríos, donde predomina la actividad ganadera intensiva y agrícola.