Jordi Cruz protagonizó ayer en el marco de los Talleres Huesca la Magia de la Gastronomía 2022, organizados por la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Huesca, un showcooking llamado “Vacío Líquido” en el que desgranó una serie de platos que conforman el menú degustación de su restaurante AbaC y cuyo hilo conductor es el líquido.
Previamente, el cocinero mantuvo un encuentro con los medios de comunicación en el que reiteró la clave del éxito que no es otra que currar mucho y ser feliz con lo que haces. Algo que choca con el modelo de vida que atravesamos en el que, a su juicio, se ha perdido el gusto por el sacrificio y solo de esa de esa forma, alguien con esta vocación puede sentirse realizado.
El mismo recordó con cariño su época de formación compartiendo con amigos la base la cocina, saber de dónde vienen las salsas básicas o los cimientos del oficio de cocinero. Una etapa en la que adquirió todos los conocimientos para estar hoy donde está. Cruz valoró el buen trabajo de las Escuelas de Hostelería de nuestro país que se encargan de realizar una fotografía fiel de cómo es el oficio tanto de los cocineros como del personal de sala o barra. Muy necesario frente a la imagen que se vende en redes sociales.
Según el mismo, el futuro se presenta complicado aunque sostiene que está garantizado viendo los alumnos que llenan las escuelas de hostelería. En su visita a Huesca, aprovechó para ensalzar nuestra gastronomía, la aragonesa, donde conviven muchas cocinas y donde muchos chefs han dado un paso más hacia la cocina de autor.