Con el regreso de la actividad normal de la Semana Santa turolense, los fabricantes de tambores y bombos han recuperado su ritmo de trabajo habitual en estas fechas del año.
En el Bajo Aragón solo hay un fabricante que ha conseguido superar la pandemia. Es José Antonio Plana de Calanda que aunque estuvo en la cuerda floja logró sobrevivir a la crisis y está pensando en contratar a más gente.
Plana ha explicado en Mas de Uno que a diferencia de su actividad previa a la pandemia cuando los pedidos comenzaban a llegar en septiembre, este año no ha sido hasta enero cuando comenzaron a llegar las peticiones.
Lo más destacado es la venta de nuevos instrumentos, pero estos días las reparaciones también centran gran parte de la actividad. "Hay reparaciones de aquellos tambores que estaban aparcados en el armario desde hace dos años, pero otros vienen de las concentraciones que ya se han hecho en las últimas semanas, desde el Nacional de Alcorisa hasta los primeros actos de la Semana Santa", ha indicado el fabricante de tambores.
Ahora están reparando unos 20 parches a diario y el récord lo tienen en 74 que llegaron a cambiar un viernes santo por la mañana.