Las familias de los 21 escolares de Caneto se han concentrado este jueves frente al Palacio de la Aljafería y posteriormente se han reunido con la consejera de Educación para exigir que se reabra el aula que el Gobierno aragonés cerró hace dos semanas porque carecía de autorización. Los niños llevaban cinco años asistiendo a esa clase no regularizada y ahora el Ejecutivo ha contratado un autobús para que los lleve diariamente al Colegio de Tierrantona, a cincuenta minutos.
El portavoz del AMPA de Caneto, Eduardo Jubert, insiste en que el trayecto por carretera hasta Tierrantona es sumamente peligroso y niega que el aula de Caneto no tenga las condiciones de seguridad suficientes. Por eso, pide al Ejecutivo que subsane las deficiencias que sean necesarias y les deje seguir teniendo allí las clases.
La Consejería de Educación se niega a prorrogar el uso del aula
Sin embargo, la consejera de Educación, Claudia Pérez, insiste en que las instalaciones de Caneto se ubican en un terreno rústico incompatible con el uso educativo, sin planes de extinción ni vías pavimentadas para el acceso de vehículos en caso de emergencia. Así lo denunciaba un informe de 2019 que el anterior Ejecutivo desoyó, y que ahora ha vuelto a ser ratificado por la Inspección Educativa.
Por eso, aunque comprende el malestar de las familias afectadas, Pérez critica que los socialistas mirasen a otro lado y reitera que su obligación como consejera es poner fin a esta situación de inseguridad para los niños. "Yo no prorrogo irregularidades, yo no prorrogo ilegalidades", ha señalado en el pleno de las Cortes.