La quimioterapia salva vidas, pero el precio no es bajo. Los pacientes sometidos a este tratamiento saben bien de la respuesta del cuerpo tras pasar por el gotero. La pérdida del cabello es un consecuencia estética que, sobre todo en el caso de las mujeres, suele tener un importante impacto emocional. Aunque cada paciente sufre una reacción diferente, son habituales los efectos en la piel, la pérdida de apetito, las náuseas y el malestar general.
Un papel fundamental para atenuar algunos de los efectos de la quimioterapia lo representan los fisioterapeutas. Desde el equipo de fisioterapia de la Asociación Española Contra el Cáncer, el fisioterapeuta Pablo Gargallo explica que cada paciente responde de distinta manera a la quimioterapia, aunque los síntomas suelen ser comunes.
Entre los efectos adversos más frecuentes está la aparición de una fatiga muy incapacitante y alteraciones respiratorias que merman la capacidad para hacer esfuerzos, pérdida de masa muscular y ósea, que a su vez acarrea otros problemas, el dolor muscular o el linfedema. Este servicio de la A.E.C.C. realiza en primer lugar una valoración inicial para comprobar qué dolencia arrastra el paciente por efecto de la quimio. También se realizan talleres de actividad físico dirigidos a que los pacientes recuperen la motivación necesaria para hacer ejercicio.