La lingüística forense es una ciencia que se desarrolla desde hace poco tiempo en España, aunque tiene un largo recorrido en países anglosajones. Consiste en analizar el lenguaje escrito u oral para presentarlo como prueba en un proceso judicial. La estructura y el contenido de frases utilizadas de forma habitual, la forma de puntuar o el uso de ciertas expresiones dicen mucho de cada persona, y pueden determinar su edad, su sexo o su procedencia.
Llevado a las redes sociales, este campo resulta aún más revelador. Saludar con un 'Holiii', utilizar expresiones de moda como 'en plan' u 'obvio' o abreviar determinadas palabras y expresiones en conversaciones de Whatsapp pueden convertirse en una prueba de cargo en casos de divorcio, acoso o fraude. El profesor del C.P.I. Rosales del Canal, Miguel Orduña, explica que durante la jornada en la que participaron once colegios de la Ciudad los alumnos pudieron resolver misterios utilizando lo que aprenden en clases de lengua.
La lingüista Sheila Queralt participó en esta jornada para dar a conocer a los alumnos en qué consiste su trabajo. Explica que la lengua es algo variable, pero cada persona habla de una forma única y personal de la que no se puede escapar, aunque se pretenda modificarla para no revelar rasgos personales.
