El ahorro a largo plazo va unido al interés compuesto. Se trata de un interés que se forma con el ahorro mensual y los intereses generados. El consultor financiero Luis Ignacio Fernández Irigoyen, en la sección de Economía a Pie de Calle, explica su importancia a través de un claro ejemplo.
Fumar un cigarrillo al día parece que no es nada, pero en diez años serán 3.650 y en 30 años la cifra asciende a 10.950. Se aplica igual al ahorro. Ahorrar cien euros año mes puede parecer una cantidad accesible, pero si a eso, se van añadiendo intereses, en 30 años tendrás en torno a 150.000 euros.
Irigoyen lo compara con estar pagando una hipoteca a 30 años. En este caso, lo que se tiene es una deuda, mientras que si ahorras esos 100 euros al mes, es un dinero que está en tu bolsillo y es un esfuerzo mensual que puede ser una gran ayuda para el día de mañana.