El paraíso está al pie de la Ciudad. El Galacho de Juslibol se ofrece al visitante como un oasis que se encuentra fuera de lugar. Para conocer en profundidad su nacimiento e historia, y admirar sus valores naturales y culturales antes de acceder a este irrepetible humedal, hay que pasar por el Centro de Visitantes, que sirve de punto de partida del recorrido.
Tras el contenido expositivo y los paneles informativos, hay diferentes formas de adentrarse y disfrutar de los sotos, la estepa y sus lagunas. Especialmente demandados son los paseos guiados de una hora de duración que se realizan los fines de semana y festivos. La técnico medioambiental, Tamara Marzo, ha explicado que se nota la falta de agua que siempre se produce en verano y que vuelve a recuperarse cuando el río crece.
Para esta temporada también se amplían las visitas al Soto Partinchas, una de las zonas de mayor riqueza natural y, por tanto, más frágil, por lo que su acceso está restringido. Otra de las características es su riqueza ornitológica. Por eso, también se ofrecen talleres para construir cajas nido y comedores para aves.
