Alejandro Marín, portavoz de OCU en Aragón, explica cómo esta nueva normativa que entrará en vigor el 1 de enero de 2022, garantiza que los productos tengan una garantía de tres años y piezas para poder repararlos hasta diez años después de que ese producto deje de fabricarse.
El objetivo de medida como esta es la de garantizar una economía más sostenible y verde con la prolongación de la vida útil de los productos. Y que sea el usuario el que decida si, en periodo de garantía, quiere que se arregle su producto o que se lo cambien por otro nuevo. Desde OCU también apuestan por un etiquetado especial que marque la durabilidad de los productos para que el comprador tenga un argumento más de compra o no de determinados productos.
Esta modificación en la Ley de Consumidores incluye un apartado que hasta ahora no se contemplaba como es el de la contracción de contenidos y servicios digitales. En este caso, el plazo de garantía sí que será de dos años.