La apertura de la residencia de la tercera edad, en la que trabajan quince personas, tras cerrar su etapa como centro covid, las buenas comunicaciones con la capital y la cercanía con el aeropuerto son los factores que más han influido en este cambio de tendencia demográfica.
A esto hay que sumar la reapertura de la panadería el pasado mes de noviembre y una pequeña tienda con productos de primera necesidad para dar servicio al pueblo. Como también lo hará la nueva escuela infantil que empezará a funcionar el próximo mes de septiembre. Ahora queda pendiente ampliar el parque de vivienda para atender a futuros nuevos pobladores.
Otro pueblo que también mira al futuro con optimismo esJatiel, en el Bajo Martín. Con apenas 40 habitantes, en los últimos meses se está dando un aumento de la natalidad, por lo que también ha mejorado sus servicios con la creación de un parque social.