Tras desestimar la Justicia las medidas cautelares solicitadas por el Centro Social y Comunitario Luis Buñuel, una plataforma de la que forman parte distintos colectivos sociales y vecinales del Casco Histórico, el Ayuntamiento puso fecha al desalojo de este antiguo instituto, que dejó de tener uso en el año 2005 debido al traslado del centro educativo a unas nuevas instalaciones en La Almozara. Al calor del Movmiento 15-M se creó el Centro Social y Comunitario Luis Buñuel. Con la cesión del edificio por parte del Gobierno de Aragón al Ayuntamiento de Zaragoza, el CSC Luis Buñuel lo ocupó ilegalmente para darle uso como espacio ciudadano.
Entre los fundadores de este movimiento se encontraban activistas vecinales del barrio. Entre ellos, el abogado Pedro Santisteve, que en 2015 se convirtió en alcalde de Zaragoza, o Elena Giner, que también fue elegida concejal de ZEC y desempeñó el cargo de consejera de Participación. Fue durante su mandato cuando el Ayuntamiento puso en marcha el proceso para adjudicar la cesión del edificio a la organización en cuyo nacimiento participaron. El resultado de este proceso no tardó en provocar la reacción de otras entidades del barrio y de la oposición municipal por el trato de favor trato de favor hacia una organización con la que alcalde y consejera de Participación mantenían fuertes vínculos.
Con el cambio de gobierno en la Plaza del Pilar, PP y C's iniciaron el camino para revertir la cesión y denunciaron el convenio. El largo proceso judicial iniciado con un fallo que ponía de manifiesto las artimañas para evitar la publicidad y libre concurrencia que establece la ley para este tipo decisiones, concluía el pasado noviembre con la desestimación de las medidas cautelares solicitadas por el CSC Luis Buñuel, último recurso posible. Sin embargo, sus responsables se resisten a claudicar y han convocado a los medios el próximo martes para defender que el edificio ya sirve de centro cívico a los vecinos del barrio y no hay necesidad de iniciar el proceso anunciado por el Ayuntamiento para convertir el edificio en un centro vecinal y de convivencia.